Nuestra historia

Las palabras forman parte del territorio tanto como sus paisajes, sus costumbres o sus gentes, y jatera es una de ellas. Esta palabra del cántabro, que designa un conjunto de cacharros, objetos variados o trastos, sigue usándose con naturalidad en la lengua cotidiana de Liébana. La elegimos como nombre de nuestro proyecto no solo por su sonoridad y su carga evocadora, sino porque encarna una relación directa entre la lengua y el territorio, subrayando la dimensión cultural del habla local y reconociéndola como parte del patrimonio que habitamos.

La fusión de artesanía y naturaleza

jatera es un taller de cerámica artesanal arraigado en el Valle de Liébana, dedicado a la creación de piezas que reflejan su paisaje y su cultura.

Cada pieza que sale del taller de jatera aspira a llevar consigo algo esencial del entorno físico y cultural que habitamos. No se trata de un gesto decorativo ni casual: buscamos que conserve en su forma y textura una huella del paisaje y del paisanaje. Que quien la sostenga entre las manos perciba que ha pasado por otras que la han moldeado con una intención concreta: dotarla de significado, además de utilidad.

Además de crear piezas únicas hechas a mano e inspiradas en el entorno, en jatera desarrollamos experiencias que combinan cerámica, naturaleza y conocimiento del territorio.En nuestros talleres, quienes participan se inician en el trabajo con barro mientras exploran la biodiversidad y la riqueza cultural del Valle de Liébana.

Esto, en esencia, es jatera. Bienvenidos a nuestro proyecto 🙂

El origen de una idea

Somos Marta y Santi, las personas que están detrás de jatera, un proyecto que nace de muchas razones que confluyen en una sola: vocación. Vocación personal y artística; el compromiso de trabajar con las manos, en contacto con nuestro entorno y de compartir lo que nos importa.

Vivimos en San Pedro de Bedoya, una pequeña aldea del Valle de Liébana, y durante años buscamos una forma de trabajar que tuviera sentido aquí, respetando el lugar y sus tiempos. En 2019 pusimos en marcha nuestro primer taller de cerámica —muy modesto entonces—, y lo que empezó como una afición fue tomando forma hasta convertirse en nuestro trabajo.

Hoy jatera es nuestro día a día: un proyecto que da forma a nuestro trabajo, nos mantiene cerca del territorio y nos permite compartir lo que hacemos con quienes se acercan a conocernos. Desde este rincón del Valle de Liébana, donde todo comenzó, jatera ha ido creciendo poco a poco. Esta web ofrece acceso a nuestras piezas y talleres, y actúa como un puente para quienes valoran la conexión con el territorio y, en su momento, puedan venir a vivir esa experiencia en primera persona.

jatera

Las palabras son tan representativas de los territorios como sus gentes, sus costumbres o sus paisajes. Por eso elegimos como seña de identidad una palabra del cántabro que permanece viva en la lengua cotidiana de la comarca: jatera.

No solo homenajea a la comarca que vio nacer nuestro proyecto, sino que alberga un significado clave: la palabra jatera sirve para designar ese conjunto de objetos acumulados de forma desordenada —trastos, retales, desperdicios y piezas sueltas— que para nosotros representa el caos ordenado y necesario que reina en un taller de cerámica y que da inicio al proceso creativo.

Para nosotros, un taller de cerámica sin jatera no es un taller de cerámica.

Marta

Nací en Torrelavega, una ciudad industrial que acogió a muchas familias provenientes de la Cantabria rural. Crecí rodeada de vecinos que añoraban sus pueblos y tradiciones. Tras licenciarme en Geografía por la Universidad de Cantabria, en 2008 emprendí el viaje inverso al de muchos de mis vecinos: encontré trabajo en Liébana como educadora ambiental y me instalé definitivamente en el valle, habitando una casa, cultivando un trozo de tierra e involucrándome desde el principio en la vida del pueblo, con mis vecinos como buenos maestros y necesarios transmisores de costumbres, valores y saberes.

La cerámica artesanal, que siempre ha sido una pasión para mí, fue ganando protagonismo hasta convertirse en mi principal vía de expresión creativa. Para perfeccionar mis técnicas, me formé en la Escuela de Cerámica Gerardo García en Santander, profundicé en el trabajo con el torno en “El Torn”, Barcelona, y completé cursos de perfeccionamiento con Pepe Royo, quien ha sido fundamental en mi desarrollo como ceramista.

Fue la combinación de estos dos mundos —mi compromiso ambiental y mi trabajo con la cerámica— lo que me llevó, junto a Santi, a poner en marcha jatera . Desde entonces, me dedico a crear piezas cerámicas que, sin perder su función utilitaria, integran una dimensión vinculada al entorno natural y cultural de Liébana. Al mismo tiempo, ofrezco experiencias creativas que permiten una conexión auténtica con la naturaleza, el patrimonio y las tradiciones de la comarca. Y, lo más importante, disfruto cada segundo del día del trabajo que hago, es un placer poder dedicarme a ello.

Santi

Hijo del éxodo rural de dos cántabros —una lebaniega y un carmuniegu—, nací en la calle Enrique Granados de la Barcelona del 76. Mi formación abarca dos dimensiones aparentemente encontradas, aunque para mí naturalmente ligadas: el arte y la ciencia. Estudié piano en el Conservatorio del Liceo de Barcelona y obtuve el título de doctor en Traducción y Ciencias del Lenguaje en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, realizando una tesis doctoral en la que abordé las dimensiones perceptivas y el procesamiento cognitivo de la expresión prosódico-gestual de la ironía verbal. Durante años desarrollé mi carrera artística junto con mi labor como investigador en lingüística, una experiencia dicotómica que ha enriquecido mi sensibilidad artística hasta el punto de perderla por completo*.

Actualmente, sigo compaginando estas dos dimensiones ejerciendo como director de la Coral de Liébana y como profesor universitario en Lingüística General, donde continúo desarrollando labores de investigación en el ámbito de la prosodia y de la fonética. Esta doble labor me permite integrar creatividad y rigor académico, manteniendo un diálogo constante entre la música, la lengua y la cultura**.

*Esto es ironía.
**Esto no lo es, aunque lo parezca.

Mi interés por la cerámica surgió hace más de diez años, cuando, casi por azar, realicé un curso de cerámica en “El Torn”, en Barcelona. Aquel evento fortuito se convirtió al poco tiempo en una acendrada afición, derivando en pasión con el paso de los años. Así, durante la última década compagino mi profesión como docente e investigador en el ámbito de la lingüística con el cultivo de mis dos pasiones artísticas: la música y la cerámica.

A rebufo de la iniciativa de Marta, impulsora principal y alma del proyecto jatera, contribuyo en el diseño, organización y realización de algunos de los talleres que ofrecemos, así como en el desarrollo creativo e integración en el proyecto de los aspectos de la expresión cultural de Liébana, uniendo la cerámica artesanal con la valorización del patrimonio lingüístico y cultural del medio rural.

La furgo

En la historia de jatera, hay un elemento clave: nuestra Renault 4, compañera inseparable que viene acompañando a Marta desde 2011 (Santi llegó más tarde, las cosas como son). Fue rescatada cuando un antiguo vecino decidió deshacerse de ella. Donde otros veían un vehículo obsoleto, Marta encontró una joya con historia, un símbolo del mundo rural que quiso rescatar y convertir en su compañera de faenas.

Esta furgoneta se ha convertido en un pilar fundamental de nuestro proyecto. Ha sido testigo y ha servido como fiel escudera en múltiples traslados, desplazamientos y actividades. Ahora, con más de 40 años de vida, afronta una nueva etapa: será el medio principal para transportar el taller a ferias, cursos itinerantes y otras iniciativas que nos permitan llevar jatera más allá de nuestro espacio habitual.

"Que todo tenga sentido"

La educación ambiental y su arraigo en el medio rural constituyen un eje fundamental y transversal para jatera, dotando al proyecto de un enfoque sostenible que guía cada paso que damos.

Por ello, planificamos nuestras actividades para minimizar el impacto ambiental y fomentamos en todos nuestros talleres el respeto por la naturaleza, promoviendo que los participantes integren creatividad y conocimiento profundo del territorio.

La dimensión geográfica también es clave, ya que nos permite promover la interpretación y comprensión del territorio de Liébana, una región rica en biodiversidad y patrimonio cultural.

Asimismo, la dimensión lingüística resulta crucial: la atención al uso sincrónico e histórico de la lengua para nombrar materiales y procesos es esencial para entender y preservar el patrimonio local.

Estos conocimientos nos permiten crear piezas que no solo son artísticas, sino que también narran la historia del territorio, promoviendo la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza y la cultura local.

Esta combinación garantiza que jatera no sea solo un proyecto artístico, sino una iniciativa comprometida con la valoración y protección del entorno natural y cultural de Liébana.

Recent Comments

  1. Lena Kennedy en Mitt
Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No se ha encontrado ningún feed.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para crear un feed.